Posicionamiento web SEO y SEM: lo que nadie te explica (pero necesitas saber)
¿Alguna vez te ha pasado que buscas algo en Google y haces clic en los primeros resultados sin pensarlo demasiado? No eres el único. De hecho, la mayoría de las personas ni siquiera llega a la segunda página. ¿Y sabes qué significa eso?
Que si tu negocio no aparece ahí arriba, es como si no existiera.
Y sí, te entiendo. Todo esto del posicionamiento web SEO y SEM suena técnico, abrumador, y a veces hasta un poco aburrido. Pero si me das unos minutos, te prometo que vamos a hablarlo como si estuviéramos tomando un café.
Porque entender esto puede marcar la diferencia entre un negocio que lucha por sobrevivir… y uno que crece sin parar.

¿Qué es precisamente el posicionamiento web SEO y SEM?
Empecemos por lo básico.
- SEO (Search Engine Optimization) es como preparar tu sitio para que le guste a Google. Es posicionamiento orgánico, o sea, sin pagar por clics. Se trata de contenido útil, estructura clara, velocidad, palabras clave… cosas que hacen que tu web sea “digna” de aparecer entre los primeros.
- SEM (Search Engine Marketing) es el hermano de pago. Aquí sí pones dinero para aparecer rápido en los primeros lugares (como con Google Ads). Es inmediato, pero requiere estrategia para que no tires la plata.
Entonces, si lo resumimos con un ejemplo:
Imagina que tienes una tienda de zapatillas.
- Con SEO, haces que tu local esté en una calle por donde pasa mucha gente, pero tienes que ir decorándolo, mejorando la atención, poniendo buenos carteles. No pagas por estar ahí, pero sí te lo tenés que ganar.
- Con SEM, alquilás una cartelera gigante justo al lado de esa calle. Pagás, aparecés, y te ven. Pero el día que dejás de pagar, se apaga el cartel.
¿Y cuál es mejor? Spoiler: no es uno u otro
Acá viene algo que muchos no te dicen: SEO y SEM no compiten, se complementan.
Y te lo digo como si fueras mi socio en un proyecto. Cuando estás empezando, el SEM te puede dar ese empujón inicial: tráfico rápido, pruebas de producto, visibilidad inmediata. Pero si solo usás SEM y nunca trabajás el SEO, es como construir una casa sobre arena: en cuanto cortás el presupuesto, te quedás sin nada.
Por otro lado, si apostás solo por SEO, vas a tardar en ver resultados. Y eso puede frustrarte, o incluso hacerte pensar que “no funciona”.
¿La solución? Integrarlos con estrategia.
Por ejemplo:
- Usás SEM para probar qué anuncios o palabras convierten mejor.
- Luego, usás esa data para crear contenido SEO que te traiga ese tráfico de forma orgánica.
- Mientras el SEO crece, el SEM te da aire para mantener el flujo de visitas.
¿Ves cómo empieza a tener sentido?
Pero… ¿cómo decide Google a quién mostrar primero?
Buena pregunta. Y acá es donde entra el neuromarketing, aunque no te lo hayan dicho así.
Google, al final del día, quiere mostrar el mejor resultado para cada búsqueda. Y para eso, analiza cosas como:
- Qué tan rápido carga tu web
- Si es fácil de leer (sí, ¡el diseño importa!)
- Qué tanto tiempo se queda la gente navegando
- Cuántas personas hacen clic en tu resultado
- Si tu contenido responde bien a lo que el usuario buscaba
Y acá es donde muchas webs pierden el juego sin darse cuenta.
Crean contenido “para Google”, lleno de palabras clave, pero sin alma. Sin emoción. Sin entender que quien lee es una persona.
Y si esa persona se aburre, no entiende, o no conecta… se va. Google lo nota. Y te baja del ranking.
Dale lo que quiere… pero como quiere
El neuromarketing nos enseña algo muy poderoso: las decisiones de compra no son 100% racionales. Se activan con emociones, sensaciones, historias.
Entonces, si querés que tu sitio posicione, no basta con tirar palabras clave como si fueran confeti.
Tenés que:
- Conectar desde el primer segundo (como lo hicimos con ese ejemplo de las zapatillas)
- Usar metáforas, preguntas, comparaciones sencillas
- Activar la curiosidad (sí, el famoso efecto Zeigarnik: dejar ideas abiertas, incompletas, que den ganas de seguir)
- Escribir como hablas. Como si explicaras algo a un amigo.
¿Sabés cuál es uno de los peores errores en una estrategia SEO?
Querer sonar como Wikipedia.
¿Y cómo sé si lo estoy haciendo bien?
Acá va algo que te puede doler (pero sirve): lo que no se mide, no se puede mejorar.
Por eso, más allá de publicar contenido, necesitás:
- Revisar qué keywords estás posicionando (usa Google Search Console, es gratis y poderosa)
- Ver desde qué dispositivos entra la gente
- Medir tasa de rebote, tiempo en página, conversiones
- Hacer pruebas A/B con los títulos, descripciones, llamados a la acción
Te sorprendería lo que cambia un simple botón que diga “Descubrí cómo” en lugar de “Enviar”.
El camino del posicionamiento: lento, pero poderoso
Volvamos un momento al SEO.
Muchas veces, vas a sentir que no pasa nada. Publicás contenido, optimizás, y nada se mueve. Pero lo cierto es que los motores de búsqueda necesitan tiempo. Es como plantar un árbol: no da frutos al día siguiente.
Sin embargo, cuando empieza a dar resultados, es como tener una máquina que trabaja para vos 24/7, sin pagarle sueldo, ni vacaciones, ni anuncios.
Yo he visto sitios que reciben 10.000 visitas mensuales solo por haber posicionado bien 4 o 5 artículos clave. Y lo mejor: ese tráfico sigue llegando por años.
¿Te imaginás el potencial que eso tiene?
Cómo combinar SEO y SEM de una manera Eficaz
Vamos a lo práctico. Supongamos que tenés una web donde vendés cursos online de cocina.
📌 Paso 1: SEM para validar la intención
- Lanzás una campaña en Google Ads para «curso de cocina rápida»
- Medís qué anuncio tiene mejor CTR, cuál convierte más, y qué palabra clave trajo más visitas.
📌 Paso 2: SEO con datos reales
- Tomás esas keywords que funcionaron, y creás contenido alrededor:
- Un artículo con recetas rápidas
- Una guía para cocinar en 15 minutos
- Un tutorial en video optimizado con esa palabra clave
📌 Paso 3: Hacés que se hablen
- Desde el blog (SEO), dirigís a tu curso (SEM o conversión directa)
- Desde los anuncios (SEM), apuntás a landing pages optimizadas con contenido que engancha (para bajar el CPC y aumentar la calidad)
Y así es como jugás en ambos lados del tablero.
¿Y si no tengo presupuesto para SEM?
No pasa nada. Podés empezar solo con SEO, pero tenés que saber que vas a necesitar paciencia, constancia y una estrategia bien armada.
Lo importante es no caer en trampas como:
- Comprar enlaces tóxicos
- Rellenar contenido solo con keywords
- Hacer contenido genérico que no responde a ninguna intención real
Trabajá en resolver problemas reales de tu audiencia, y Google se va a encargar del resto (eventualmente).
El detalle que casi todos olvidan
¿Sabés cuál es uno de los factores más influyentes en el posicionamiento… y uno de los menos trabajados?
La marca personal o autoridad del sitio.
Google confía más en los sitios que:
- Publican contenido constante
- Tienen autores visibles con experiencia
- Reciben menciones o enlaces desde otras páginas de calidad
- Tienen buenas métricas de comportamiento del usuario
Por eso, mostrar quién está detrás del contenido, agregar testimonios, casos reales, enlaces internos bien pensados y una navegación intuitiva… hace más que 100 artículos sin alma.
En resumen (pero no del todo)
Podríamos decir que el posicionamiento web SEO y SEM es como tener dos motores distintos en un mismo avión. Uno te da el impulso inicial, y el otro te mantiene volando alto sin depender del combustible constante.
Pero lo más importante es entender esto: no se trata solo de aparecer, sino de conectar.
Conectar con el buscador, sí, pero sobre todo con las personas.
Y si tu contenido logra eso —hacer que quien te encuentra se quede, sienta que lo entendés y quiera saber más—, entonces ya estás muy por delante de la mayoría.
¿Te gustaría que veamos cómo aplicar esto paso a paso en tu proyecto?
Porque lo mejor de todo es que esto… recién empieza.